miércoles, 11 de julio de 2012

EL MAL GUSTO DE TELE5


Tele5 es la cadena más chabacana y hortera que se puede uno echar a la cara aunque, la verdad hay que reconocerla, es también la más puntera en términos generales y de audiencia por populismo. Sus programas base, cuyos contenidos mantiene de una u otra manera en todos los demás como hilo conductor, son de lo mejor que se ha conseguido a la hora de lavar el cerebro de sus adictos, distrayéndolos de los verdaderos problemas que a todos nos acucian.
Utilizar el cotilleo, la crítica fácil y cobarde, hacer un circo de las desgracias humanas les convierte en carroñeros de élite. Emplear horas y horas al cabo del día, no menos de 5 o 6 todos los días del año en “descubrir” las miserias de gente famosa o famosilla (algunos se lo han buscado con tenacidad) es vergonzoso en una sociedad que se supone moderna y avanzada. Es muy curioso como los contertulios, colaboradores y como quiera que se llamen (siempre encabezados por su sarcástico y pluriempleado moderador) pretenden de vez en cuando aderezar su vulgaridad con unos rasgos de seriedad y ética destacando lo cuidadosos que son por estar en horario infantil.
Es cierto que al tratarse de programación abierta para el “entretenimiento”, el espectador puede decidir ver o no ver tal o cual contenido pero, en mi opinión, hay un apartado que sí es mucho más sensible en su deber para con la sociedad: los telediarios.
Quizás siguiendo la tónica general de la cadena, los telediarios de Tele5 “disfrutan” también con revolvernos el estómago (casi siempre coinciden con el horario de comidas y cenas) al mostrarnos toda la crudeza que por el mundo son capaces de recopilar por guerras, asesinatos, enfrentamientos, malos tratos a personas o animales, matanzas y desastres de la propia naturaleza.
No pretendo decir que no se han de dar las noticias por duras que sean que al fin y a la postre son reales como la vida misma. Lo que quiero destacar es aquello de que “una imagen vale más que mil palabras” es totalmente cierto pero, ojo, es tan cierto para lo bueno como para lo malo. Una imagen de una decapitación o un fusilamiento, por ejemplo, es deplorable mientras que para contarla se pueden utilizar los tonos y las palabras que cumplan el fin de informar pero sin producir vómitos. A estos malos tragos nos tiene acostumbrados Tele5.
El pasado lunes, en el telediario de las nueve de la tarde, en total horario infantil, comentan la decisión (¿?) de la Junta de Castilla-La Mancha de autorizar la caza del jabalí con lanza y, naturalmente, con imágenes de unos caballeros (en caballo) con sus lanzas a la caza y derribo de los jabalíes, con los pobres animales retorciéndose en el suelo malheridos esperando ser rematados por los valientes cazadores y sus largas lanzas. ¡¡Vamos!! un cuadro de la bestialidad a la que el hombre puede llegar, más propia de las sociedades de hace tres o más siglos.
¡¡Ya basta!! Desde ese mismo momento he declarado el boicot total a los telediarios de Tele5.

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