lunes, 28 de enero de 2013

REUNIÓN SÉNIOR PULEVA




El pasado 18 de enero, hemos vivido una jornada inolvidable. Partiendo de un encuentro casual con antiguos compañeros de trabajo en Puleva por parte de Manuel Díaz, maduraron la idea de provocar un acto de confraternización de todos aquellos que pudieran localizarse como antiguos trabajadores de Puleva que verdaderamente, al cabo de muchos y muchos años, suponía una cantidad importante de personas que, en muy diferentes puestos de responsabilidad en la empresa, todos tenemos algo en común: somos ex puleveros.
El caso es que con la ilusión de volver a contactar con gente que hacía tantos años que no nos veíamos, me dirigí con Eugenia Romo hacia el lugar de encuentro, restaurante El Guerra en Huétor. Allí estaban Deogracias y la gran coordinadora de eventos Encarnita Jiménez; la siempre joven y risueña Mari Carmen Rdguez con su marido Manuel Gómez; Antonio Olmedo al que no veía últimamente; los dicharacheros Juan González y Manuel González tan donjuanero como siempre; la chica de rojo Mª.del Mar Álvarez; el fantástico Edmundo Rguez; a mi lado se encontraba José Mª. Valverde muy derecho él.
Me produjo una especial satisfacción saludar a Ramón Soto milagrosamente recuperado de su fatal accidente, a Manuel Ortiz con el que tantas y tantas reuniones he celebrado en el pasado, al siempre sabio Juan Mtnez Valverde que nos dirigió, como el de mayor edad de los presentes, unas palabras llenas de emotividad de las que destacaría el mensaje “conócete a ti mismo”, nosce te ipsum me decía.
Sin olvidar a todos los demás notables Andrés Fajardo, Antonio Martínez, Esaú Velasco, Francisco Sánchez, Fernando Sánchez, José Delgado, José Luis Ruz, Juan Deudero, el eficaz y ruidoso Enrique Moleón; los serios Luis Montilla, Manuel Fortis y Miguel García Z.; Rafael Morillas, Manuel Merino; el buen amigo Rafael Pretel; el “alcalde” Ramón García; Rafael Quesada, Manuel Palomares
También hemos de hacer mención de aquellos que con intención de acudir, no pudieron hacerlo por diferentes causas Alberto Milla, Belén Prados, Carlos Gordo, Eduardo Corral, Gregorio Jiménez, Juan Serrano y Manuel Folgoso.
Las horas transcurrieron muy rápidamente entre conversaciones salteadas con unos y con otros, recordando tiempos y momentos vividos juntos. Muchos años de vida y muchos años de profesionales, muchas anécdotas y a continuación de la comida, para finalizar, se dijeron bonitas intenciones de repetir esta junta aunque de manera un tanto más organizada para que la convocatoria recoja a la mayor cantidad de gente que quiera asistir.
 
La enhorabuena a Manuel Díaz y demás que tuvieron la iniciativa.
 
 
 
 
 

martes, 22 de enero de 2013

CLAROSCUROS



Si bien el claroscuro es una técnica utilizada en la pintura y fotografía para resaltar ciertos elementos mediante variados contrastes de luces y sombras, puede aplicarse también a los comportamientos de los seres humanos. Creo que todos, al cien por cien, sin excepción, estamos en posesión de claroscuros en algún pasaje a lo largo de nuestra vida o incluso en las manifestaciones y comportamientos cotidianos con nuestra familia, amigos o compañeros de trabajo.
Es muy habitual oír decir a las personas que no se arrepienten de nada de lo que han hecho o dicho; esto es cierto en términos muy generalistas, pero realmente muchas de nuestras reacciones, decisiones o comportamientos serían modificados en el caso de volver a producirse, aun manteniendo el mismo objetivo y el mismo sentido. Solo en seres poco inteligentes podría entenderse no intentar mejorar alguna de aquellas actuaciones anteriores modificando las formas y maneras utilizadas en otro momento.
La forma de pensar que nos define y las formas de manifestarnos sobre nuestros puntos de vista exigen -en mi opinión- tener criterio (conocimiento de los asuntos con capacidad para comprender y buen juicio para analizar) y coherencia (nuestros hechos y palabras han de coincidir en lo básico) con firmes convicciones que transmitiremos correctamente si procuramos tener empatía con los demás, es decir, intentando ponernos en los zapatos del otro para mejor entender sus emociones. El fruto lo recogeremos según los grados de simpatía o antipatía que hayamos sido capaces de crear.
Si manejamos de forma natural estos conceptos, sabremos cómo nuestras manifestaciones son tomadas por alguna persona de los presentes –en un momento dado- o por un grupo en general. Si se prestara atención a ello se evitarían malos momentos, discusiones y situaciones violentas que, en definitiva, no son más que aquellos claroscuros a los que me refería al principio. Cada uno de nosotros, ha de ser hábil observando el desarrollo de una situación en la que se estén manifestando estas variaciones de luz o contrastes para saber cuándo parar, cambiar el rumbo, y conceder y respetar a los demás en sus puntos de vista siempre que exista criterio, coherencia y empatía.
Esta virtud no abunda precisamente en los tiempos que corren en los que todo está permitido para trepar en lo social o profesional. Las zancadillas, codazos y pisar cabezas están a la orden del día aunque finalmente el tiempo y la vida pone a cada uno en su sitio. Lo triste son los destrozos que se han producido por el camino.
Hoy, con este comentario, no pretendo más que romper una lanza en pro de las buenas maneras y del respeto, tanto a nivel particular como colectivo.

martes, 15 de enero de 2013

VUELTA A LA REALIDAD


Bueno, ya ha pasado La Navidad - algunos dicen “las navidades” - el cambio de año y hasta la fiesta de Los Reyes Magos, que este año sí han tenido que esforzarse y ser verdaderamente magos para resolver sus asuntos a pesar de las penurias que España está pasando y que  los medios se preocupan de recordarnos en cada oportunidad.

Es difícil encontrar en la televisión o prensa un mensaje que transmita esperanza y alegría a la vez que suavice la alarma y la sitúe en su justa medida. No todo es tan catastrófico o al menos eso tenemos que intentar con un poco de cada cosecha particular. Hay diferentes niveles sociales que están sufriendo la crisis, de manera más aguda unos y más llevadera otros. En lugar de mirar hacia arriba para reclamar y criticar, hemos de mirar hacia abajo para paliar los males que podamos ver en los demás de la mejor manera que Dios nos dé a entender a cada uno. Como decían en mi casa, cuando era pequeño, a todo hay quien gane y es una gran verdad que no todos quieren admitir; siempre hay quien está mejor pero también hay quien está peor y hasta mucho peor.

Bueno, realmente no era por ahí por donde pretendía llevar mi comentario sino por el hecho de que se han terminado las fiestas, las vacaciones y las excusas para volver a lo cotidiano, a lo real, a lo obligatorio, al trabajo.

Por mi parte he pasado mi primer mes de diciembre en situación de jubilado. He tenido diversas actividades que me han ocupado el tiempo de manera que prácticamente no he podido dedicarme a escribir más que dos notas en este blog. Confío que este mes de enero del nuevo año sea más floreciente al respecto.

Entre las ocupaciones más relevantes he de destacar los días en que hemos actuado de canguros con nuestras nietas. Es maravilloso el juego y la conversación que descubres, desde el inmenso amor hacia ellas, las inquietudes y nuevos puntos de vista de esa generación que arranca.

También la colaboración que prestamos desde SECOT, Seniors Españoles para la Cooperación Técnica en donde me encuentro incorporado desde mi jubilación, a los jóvenes emprendedores para ayudarles a centrar sus proyectos de nuevas empresas, asesorándoles con los conocimientos adquiridos en nuestra vida laboral, ha ocupado una parte importante del tiempo. Un tiempo en el que descubres que con estos jóvenes, con estas generaciones, el futuro está asegurado por muchos escollos que haya que superar.
Lo importante es ocupar el tiempo y sentirte útil a la sociedad, a la familia y a uno mismo.