Estudiar la carrera de económicas
era, entre otras, de las más prestigiosas respecto al ámbito profesional en que
aspiraba desenvolverse un estudiante, durante muchas generaciones. Todo eso de
la teoría económica, la microeconomía, macroeconomía, política económica y todo
un mundo de especializaciones dotaba de un prestigio social y profesional a
quien conseguía superarlo con buena nota. El Licenciado en economía estaba
capacitado, en teoría, para analizar, disponer, decidir y ejecutar políticas
económicas empresariales con una alta responsabilidad y normalmente muy buena
retribución.
Pero mira por donde aparece en
escena un señor llamado Mario Draghi que se carga de un plumazo toda la
excelencia que antes mencionábamos. Resulta que los dos indicadores económicos
que nos traen de cabeza en la actualidad, la prima de riesgo y la variación del
Ibex, no se mueven ni responden a una situación de “los mercados” en función
de análisis económicos supercomplejos, serios y profesionales, ni a unos
estudios, baremos y ratios de las agencias que valoran la situación económica del
país. No señor, todos esos supuestos conocimientos y empresas supuestamente
profesionales no se guían más que por el estado de ánimo y frases más o menos
oportunas que transmite el señor Draghi.
Basta que Mario Draghi sonría o
apunte una cierta intención para que el Ibex suba y la prima de riesgo baje de
manera tan notable que da la sensación de que todo se ha arreglado ya. Pero
¡ojo! que una cara seria o una duda o una corrección a la libre interpretación
de sus manifestaciones anteriores vuelven a bajar el Ibex y subir de nuevo la
prima. ¡¡¡Vamos, que esto es un puro cachondeo!!! ¿Dónde están las perspectivas
serias, analizadas y calculadas de los que de verdad saben de economía? ¿Dónde están
los estudios de esas agencias de rating que “todo lo saben”? ¿Esos son “los
mercados”?
Mario Draghi es presidente del
BCE desde noviembre de 2011, es cierto, pero como tal, el BCE no es suyo (es un
empleado) por mucho que su opinión pueda pesar en las decisiones a tomar.
Draghi es al fin y al cabo un economista italiano de 65 años con un largo
historial profesional, ha ostentado diferentes cargos de relevancia en
Italia durante muchos años siendo desde 2006 a 2011 gobernador del Banco
de Italia. Digo yo que algo de responsabilidad tendrá que tener en la situación económica
actual de Italia, bastante peor que la española en ratios de endeudamiento y
muy parecidos en déficit. Sus opiniones personales puede ser -en consecuencia- que no gocen del
prestigio necesario, aunque su puesto actual facilite la carnaza que los medios
de televisión y prensa necesitan para llenar espacios y elevar simples y hasta
vacíos comentarios a niveles extremadamente impactantes en la sensibilidad
popular.
Si tuviéramos que darle valor a
las palabras y posturas de personas concretas, más que a Draghi, por lógica,
tendríamos que valorar a nuestro Presidente Rajoy, a Merkel, a Mario Monti o a
cualquier otro presidente o expresidente al que se le presupongan conocimientos
generales suficientes (en esta apreciación dejamos fuera a ZP por razones obvias) y sin
embargo no les creemos un ápice porque la clase política está totalmente
desacreditada. Bueno, pues también el presidente del BCE es un cargo político.
No tengamos tan en cuenta sus comentarios y busquemos razones técnicas de
análisis y estudios económicos con criterio y prestigio, antes de asustarnos
más o pensar que estamos recuperados de la debacle.
¡Seamos
positivos aunque el día a día se empeñe en lo contrario!