miércoles, 3 de junio de 2015

JUEGO DE MARCAS

En todas las elecciones municipales aparece una diversidad de partidos con siglas y nombres muy pintorescos, normalmente con alguna referencia a problemas locales que casi nunca alcanzan representación en los ayuntamientos o lo hacen en su mínima expresión. Por el contrario, el resultado de las votaciones del pasado 24 de mayo han dejado en las administraciones locales de varias poblaciones importantes una representación significativa y con identidad propia, al menos en cuanto a su nombre (no sé si también en su fondo y forma).

Esta novedosa situación viene producida, sin duda, por la aparición y el ruido que ha originado “podemos” como representación y aglutinamiento de los irritados, crispados, perdedores, revanchistas y antisistema que por esta tierra han florecido al calor de la crisis y manejados por iluminados y visionarios que se han movido a su gusto al amparo de los medios impresos y televisivos. Precisamente esta cobertura mediática se refiere ahora a dichos partidos como marcas blancas de “podemos”.

Vamos a ver; en la comercialización y gestión de un producto los hechos se producen de forma que, salvaguardando la Marca principal - nacional en este caso - con especial prioridad, pueden aparecer por motivos de interés lugareño, cabecillas significados que lideren pequeños grupos o la ya existencia con cierta relevancia local de pequeñas marcas. Todas y cada una de ellas podrán funcionar como marcas blancas pero sin competir directamente con la Marca, digamos nacional.

La existencia y fortaleza de una Marca podrá soportar unas marcas blancas que se desarrollen a su amparo pero nunca unas marcas locales van a dar lugar a una Marca nacional (cuestión de diferentes objetivos, líderes, marketing y programas). Los ejemplos, y más en política, se pueden encontrar en las hemerotecas sobre los últimos más de 30 años.

El partido “podemos” no se ha postulado en estas elecciones municipales aunque mediáticamente no han dejado de mencionarlo dando la sensación de que se hubiera presentado en los casos de haber alcanzado alguna relevancia, aunque no se le menciona en los casos perdidos.

Si la estrategia es salpicar y echar borrones por todo el territorio pensando en la unificación posterior, es una estrategia equivocada. Los esfuerzos y dedicación repartida por las diferentes marcas blancas ejercerá una acción de canibalismo sobre la Marca nacional.

De momento los resultados han convertido España en una “carajal”, un caos del “carallo” que va a costar muchos disgustos arreglar, prácticamente ingobernable en un principio. El tema daría para ocupar mucho tiempo y espacio, por ello me voy a quedar en una muestra significativa y que representa puntos muy distantes de nuestra geografía. Podemos centrarnos en los buenos resultados de grupos aparentemente respaldados por “podemos” pero que como objetivos, como marcas blancas, no tienen nada en común que no sea demagogia barata:

-“Marea Atlántica” en La Coruña; Julio Ferreiro (funcionario público en excedencia y oprtunista); 31% votos y 40% abstención.

-“Ahora Madrid” en Madrid; Manuela Carmena (exjueza y demagoga pura); 32% votos y 31% abstención.

-“Barcelona en comú” en Barcelona; Ada Colau (okupa y pancartera); 25% de votos y 39% abstención.

-“Por Cádiz sí se puede” en Cádiz; José María González -Kichi- (sindicalista y comparsista); 28% de votos y 35% abstención.

Cuando los cabecillas de estos y otros muchos grupos locales empiecen a sentirse importantes, se producirá la metamorfosis de juanillo a Don Juan, de pepillo a Don José. Ya varios y desde luego los de mejores resultados han ido advirtiendo a “podemos” que no son sus lacayos, que tienen vida y decisión propias. En todo caso podrá haber acercamientos según las condiciones que se puedan ofrecer hacia abajo, hacia la marca blanca.


La importancia y buenos resultados, guste o no, hoy son de cada grupo y como marcas blancas apoyadas en el populismo con razonamientos demagógicos y oportunistas acabarán canibalizando a la Marca “podemos” difuminándose en el tiempo unas y otras. Al tiempo.

jueves, 23 de abril de 2015

SOCIEDAD MEDIÁTICA O MEDIATIZADA?


Como he comentado en mi anterior artículo, somos tratados como una vulgar albóndiga por la clase mediática/periodística.

Cuando salta una noticia - normalmente mala - la situación que se produce es muy curiosa y a veces hasta ciertamente graciosa. Todos las agencias, periódicos, emisoras y canales de tv se vuelcan en hacérnosla llegar por el medio que sea; en tertulias, coloquios y hasta programas extras monográficos. Si la “noticia” es de las que producen alarma social (como ahora se dice) mejor que mejor. Compiten entre los diferentes medios con sus mejores “armas”, incluso recomponiendo las programaciones previstas. El objetivo es decir más cosas, más novedades y hasta más suposiciones (muchas de ellas pura invención por no decir mentira) que el adversario mediático, que lo machaquen en los medidores de audiencia.  

Por referirnos a los últimos tiempos hay que mencionar el caso Gurtel, los ERE, caso Bárcenas, elecciones Andalucía, Chaves y Griñan, Susana/Pedro, Pedro/Susana, Bankia, Charlie Ebdo; más reciente está el accidente del avión de  germanwings o, mejor dicho el asesinato de las 149 personas que viajaban hacia el país de la “prima mater” hasta que lo desgració el copiloto loco. Desde ese momento todos los medios ocuparon sus espacios para informar sobre el accidente y, por supuesto, aventurando noticias sobre su localización al principio y sobre las causas después. Las principales cadenas de TV dedicaron el 80% de su programación a repetir y repetir comentarios y escenas una y otra vez hasta aburrirnos. Las tertulias tienen el asunto como monográfico y todos se afanan en parecer que saben más que los demás, sobre el propio accidente, sus causas y sobre la navegación aérea en general.  Todos conocimos hasta la saciedad la vida y pecados de Andreas Lubitz y a sus vecinos, personaje del que hoy probablemente ya nadie se acuerda de su nombre.

El caso de “Charlie Ebdo” provocaba reacciones en toda Europa, estoy seguro que además de por su propia gravedad también impulsadas por los medios que nos lo contaron con todo lujo de detalles una y otra vez. A los pocos días se asesinaban a 150 estudiantes cristianos en la universidad de Kenia y la noticia apenas ocupaba unos pocos minutos en las televisiones, justo el tiempo que duraba el vídeo que nos mostraba los cadáveres en toda su crudeza (también tendría que existir un control sobre esta falta de sensibilidad y ética hacia el espectador).

En los mismos días se produce el comienzo de los bombardeos que la Liga Árabe comandada por Arabia Saudí realiza contra los rebeldes hutíes (grupo escindido de los chiíes) que se han levantado en armas en Yemen, dentro de las operaciones que en todo el territorio están protagonizando el EI. Esta situación es novedosa y muy importante ya que en la Liga Árabe además de Arabia Saudí se encuentran otra veintena de estados árabes como Jordania, Egipto, Iraq, Kuwait, Argelia, Marruecos y otros más. Puede suponer el comienzo de una escalada con cambios importantes en la balanza de fuerzas y alianzas en la zona. No obstante la noticia pasa casi de puntillas en los telediarios.
Ahora nos cuecen con el caso Rato y otras muchas noticias quedan en el olvido. Bueno por no extenderme más, queda claro que los medios dominan el estado de ánimo de la población y el orden de valores de la sociedad en cada momento.


Además de albóndigas, de tan mediática esta sociedad se ha quedado mediatizada. ¡Lamentable!

miércoles, 22 de abril de 2015

SOMOS UNA ALBÓNDIGA

Desde hace mucho tiempo he aceptado que vivimos en una sociedad dominada por los medios de comunicación e información. Creo que toda la sociedad lo sabe y lo asume y aquél que todavía no se ha enterado es muy afortunado porque será que no le preocupan nada las voluptuosidades de este mundo. ¡¡Pobrecito!!

Que la pluma es más poderosa que la espada lo sabemos desde siempre en el devenir de los siglos, pero no por antiguo quiero evitar recordarlo: hace más daño la comunicación (prensa, radio y tv) dirigida por intereses determinados (grupos o personas) contra los puntos débiles de una sociedad (salud, dinero, afectos y bienestar) que un batallón de guerreros (policías y grupos paramilitares organizados) y otras algaradas.

A nivel de calle se habla y se comenta aquello que los periodistas y otros personajes que no son más que voceros con cierto gancho para quien les paga, nos “informan” “comunican” “transmiten” y llegan a aburrirnos.

Cuando elaboran y deciden los temas que van a presentarnos, preparan la “noticia” para hacerla apetitosa, la aliñan con grandes dosis de demagogia y populismo; la cocinan con todos los ingredientes necesarios para revestirla del atractivo político-religioso-deportivo o del interés que sirva a su línea de actuación, con el mismo esmero que se hace una albóndiga. Nos tratan como albóndigas. ¡¡¡somos una albóndiga!!!

Es lamentable observar cómo se denigra una gran profesión que es el periodismo.

Está bien, o al menos es pasable, que los periodistas y otros invitados a un coloquio o tertulia se expresen y manifiesten a título individual –normalmente se les supone con criterio- sobre los temas que traten, aún con cierto extremismo y hasta con cierta visceralidad pero, a mi modo de ver, aquellos que ejercen de presentadores o moderadores tienen que ser extremadamente pulcros en su función y mantener una imparcialidad máxima. Algunos, en sus estudios, han faltado a clase el día del buen hacer, imparcialidad y moderación.

Existen programas en varias cadenas que son puros escenarios solo para mítines en una única dirección; otros en que lo son sus presentadores y otros en que lo son el programa y el presentador. Tenemos todos los días buenos ejemplos de ello en antena3, cuatro, telecinco, la sexta, 13tv y en algunas comunitarias. Que cada uno le ponga nombre y apellidos a estos personajes.

Qué pena, para ellos ¡¡¡solo somos una albóndiga!!!  una almóndiga que dirían algunos.