jueves, 28 de febrero de 2013

LOS GOYA

El día 17 de febrero, miércoles de ceniza se dio por terminado el carnaval, con grandes desfiles y escenificaciones de tipos y figuras exageradas y grotescas como la ocasión lo demanda. Pero realmente es, cuatro días más tarde, el 21 domingo, cuando se rematan las actuaciones de los grupos, coros, chirigotas y comparsas a cargo de los "cómicos" escenificando una mal llamada Gala de Los premios Goya. 
 
A ciencia cierta no se sabe quienes lo hacen mejor, si las agrupaciones de Cádiz, Las Palmas, Tenerife, Galicia o cualquier otro rincón de España que se pasan todo el año ahorrando de sus propias y muy normalitas economías para hacerse con una vestimenta digna y siempre original, ideando letras ocurrentes para sus canciones que, con mucho humor, respondan a acontecimientos actuales, o los cómicos que nos han tocado en gracia (a veces muy poca, por cierto) compitiendo a ver quien dice la frase más ingeniosa, normalmente cargada de demagogia barata, y siempre luciendo el mayor lujo en vestimenta (Armani, Gucci, Dior ....) con una puesta en escena de altísimo nivel y coste. Es difícil diferenciar la chirigota real de la mascarada interesada. 
 
En la transmisión que nos ofreció la televisión pública (la que pagamos todos y de todas las ideologías) destacaban en la entrada, los figurantes y otros trabajadores del gremio, pero menos afortunados, manifestando sus quejas al pie de la alfombra roja. Quejas que en buena medida iban contra sus contratadores que en la gala lucían palmito y buscaban "foto", muchos de ellos gracias a las subvenciones de nuestros presupuestos y no exactamente de su mérito y esfuerzo personal. 
 
Entre ellos también había, según nuestro ministro de Hacienda, quienes por sus sustanciosos ingresos rinden impuestos fuera de nuestras fronteras. Si es así, resulta escandaloso que se atrevan a proclamarse defensores de los débiles que injustamente son agredidos por gobiernos y leyes democráticas; es una burla, mejor lo harían riéndose de sus madres aunque –claro- estas también están en sus mismas ondas. 
 
Socialmente se presupone que los niveles y estatus de las personas conllevan un grado de educación sino alta, al menos suficiente para andar por la vida, pero han dejado claro que hay colectivos que no cumplen con esta norma. 
 
Es cierto que el hábito no hace al monje y que la mona aunque se vista de seda mona se queda. En los niveles de educación primaria se encuentra el saber estar y ser consciente de que cada cosa tiene su momento y que también hay un momento para cada cosa. La mayoría de estos ostentosos no alcanza este mínimo nivel ¡¡¡suspendidos!!! Una Gala (con mayúsculas) pretendiendo imitar la de los Oscar “americano” debe tratar de cuentos y películas, no de arengas políticas facilonas y demagógicas. 
Estos elementos (que no son el cien por cien) han puesto de relieve un sectarismo que, líbrenos Dios, no se manifieste en las convenciones, conferencias, reuniones, asambleas y demás de otros colectivos como los electricistas, abogados, pintores, escayolistas y tantos y tantos otros que se dignifican cada día con su trabajo. A estos no va a ir la TV pública a darles falsa relevancia. En los medios salen las extravagancias de los cómicos de los Goya y de los ladrones de carros en el Mercadona. Los normalitos honrados y trabajadores no disponen de subvenciones que reclamar como les pasa a aquellos, vestidos y adornados con mucho dinero, y a los sindicatos del carro. 
 
Hay que reconocer aquí, porque es cierto, que en galas anteriores recientes no fueron tan reivindicativos, “tanto pía el pollo como le dan bollo”. 
 
Esta gente mide la respuesta social que provoca? No es triste que de la gala se hable sobre las gilipolleces dichas y no de las películas y méritos de los profesionales del cine, que también los hay y muy buenos? 
 
Quién es la Candela Peña? que por lo que ha contado tuvo la desgracia  de perder a un ser querido en un hospital del tercer mundo, por lo menos en la África profunda. Tenía que haberse dejado aconsejar por las experiencias sanitarias de Javier y Pep. Este Javier, otro que tal baila, viviendo en pleno capitalismo que condena de boca para afuera y tomando como justificación de “sus tendencias” a los pobres del Sáhara. 
 
Quién es Eva Hache? yo al menos, no la conocía, no me sonaba, como la hache muda (mejor hubiera estado). 
 
Y qué decir de la sí muy conocida y famosa Maribel Verdú. Según dice la prensa, ha ganado mucho dinero en campañas como la de las hipotecas del Santander, hipotecas de riesgo de desahucio, para ahora venir transmitiendo penas que posiblemente alguna, ella misma haya fomentado. Eso sí, lo decía con mucho, mucho dinero encima en vestidos y joyas (aunque no fueran suyas). 
 
Tanto lujo no se corresponde con los mensajes y mucho menos con la solidaridad que proclaman.
 
“Zapatero a tus zapatos” y entiéndase como cada uno quiera.
 
En resumen, señores del gobierno, por favor, páguenle los bocadillos a esta gente para que no nos den más la brasa y dediquen la verdadera subvención, como recurso económico, a resolver problemas sociales de verdad y fomentar empleo.