domingo, 19 de mayo de 2013

MOURINHO


El viernes 17, quedó sentenciada la nefasta campaña de Xosé Mourinho con la derrota ante un gran Atlético. Alguien ha dicho que ha sido la temporada china para él: chin liga, chin champion, chin copa, chin nada.

A mí personalmente me gustaba el tal Mourinho. Siempre me han gustado los personajes públicos y populares con un punto de atrevimiento asocial, con ciertas dosis de chulería. Siempre con una respuesta valiente ante la presión mediática o de sus adversarios. El punto de "chulería" que les lleva a decir "su verdad", su comentario (no siempre bien recibido aunque casi siempre esperado), como le pasaba en buena medida a Javier Clemente.

Este punto de chulería, de altanería, insisto, a mi me cae bien cuando se bordea lo permisible (como pasa en el juego del mus, faroleando), pero siempre sin pasar la barrera de las ofensas, mentiras y descalificaciones.

A Cristiano Ronaldo le pasaba eso, en un principio avasallaba al compañero y al adversario, se cachondeaba del público, era un cretino, un creído insufrible que menguaba sus méritos deportivos y daba pie a sus enemigos para la más dura crítica. Pero Cristiano, a mi entender, fue socializándose y engrandeciéndose con buenas dosis de humildad. Ya pasa la pelota, no es solo suya, juega en equipo, tira de él, los compañeros no son "sus" asalariados, ayuda en la defensa. Bien! ha dominado ese punto de chulería. Punto del que carece el mojigato de Mesi, intentando dar la impresión de que nunca ha roto un plato pero imponiendo su voluntad por lo zorrito.

Por el contrario, nuestro Xosé ha recorrido el camino al revés. Ha manejado ese punto de chulería respaldado por los buenos resultados o, al menos, menos malos. Pero ha entrado en una espiral que ha rebasado todas las líneas rojas de la ética y la educación cayendo en actitudes inadmisibles de soberbia y orgullo desmedido, perjudicando notablemente la historia del Real Madrid como entidad.

Esa derrota hacia el abismo ha llegado a provocarle, como mecanismo proyectivo de defensa, un endiosamiento tan negativo para él como para lo que representa. Como a los césares en la antigua Roma, le ha faltado el esclavo que oportunamente le recordara que no era más que un pobre mortal con una obligación que cumplir. En el caso de nuestro Xosé se le podría cantar aquello de:

¡Oh Xosé! , ¡oh Xosé!
dentro do zapato ti tes o pe.

Su soberbia le ha llevado a destrozar uno de los mejores equipos que puede pensarse en el futbol actual. Todos sus componentes internacionales, muchos, campeones de importantes trofeos y hasta del mundo. Pero no, su soberbia no podía permitir que nadie sobresaliera sobre su ego. Descalificó y humilló públicamente a Pedro León y Granero entre otros, y sus últimos episodios con el propio CR, Benzemá, Higuain, Sergio Ramos y por supuesto con Iker Casillas y el antes fiel Pepe. En sus manipulaciones no dudó poner en entredicho a profesionales como Adán, Nacho, Morata y otros. Sus "espantadas" ponían al pie de los caballos al buenazo de Karanka.

No ha de olvidarse que desde su incorporación ha venido "trabajando" para anular a personas como el propio Valdano y modificar a su conveniencia las estructuras del club. Claro que de esto también es responsable el presidente Florentino.

El paroxismo de su soberbia han sido los castigos a Iker y a Pepe. Sí, a Casillas tenía que haberlo reintegrado a su puesto natural en el equipo cuando fue dado de alta. Ya nunca sabremos qué habría pasado en la Chanpions y en la Copa del Rey ¿habría recibido Iker 6 goles 6 en los dos partidos cruciales? Ojo que esto no es una crítica a Diego López, es a nuestro Xosé. En la final de la Copa, con Pepe en la grada y en el campo un Albiol al que Mourinho había relegado al papel de suplente desde su llegada al Madrid. Qué se podía esperar del alternamiento continuo de Benzemá con Higuain, pues eso, que ninguno estaba motivado suficientemente. A un profesional le motivan más las muestras de confianza que el pique de barrio.

¡Oh Xosé! ¡Oh Xosé! que mal lo has hecho. Yo, como otra mucha gente, te valorábamos bien pero ahora te has ganado tu solito el descrédito, el deshonor profesional. Vete con tu soberbia a otro lado ¡anda!

             
£ !Mourinho vete ya!
                        £ !Mourinho vete ya!
                                                                       £ !Mourinho vete ya!

lunes, 13 de mayo de 2013

RECORTES ADMINISTRATIVOS


Como continuación a la anterior reseña que he colgado en mi blog sobre las "MANIFESTACIONES PROTESTA", quiero efectuar ahora ciertas reconsideraciones sobre algunas actuaciones del Gobierno, más concretamente sobre los "AJUSTES Y RECORTES", como ya avanzaba en mi nota del 28 de mayo de 2012.

Considerando que era una necesidad imperiosa reducir el déficit y el endeudamiento público, que son dos cosas diferentes aunque una sea consecuencia de la otra, las opciones son dos: aumentar los ingresos y/o reducir los gastos. Mejorar la gestión también es imprescindible, pero tiene efectos a más largo plazo y más bien ha de aplicarse como mantenimiento de los factores y valores adecuados una vez conseguidos.

Los impuestos ya los han subido y, en mi opinión, no debiendo haber tocado el IRPF. Los recortes en los gastos, lamentablemente, se centran de manera mayoritaria en el personal, en los funcionarios.

En toda acción de reducción de gasto se contemplan, en la empresa privada y también debería ocurrir en lo público, aquellos gastos y personal que suponen un valor añadido tanto económico como de servicio y los que son solamente gastos suntuarios, de oportunidad, de enganche o, en definitiva, . . . políticos, y como tales prescindibles.

Si se hace un pequeño ejercicio de moverse por internet en el entorno de la Administración Pública, Empresa Pública, Estructura Política y Organización Territorial, es complicadísimo ordenar los apuntes y las notas con criterios “razonables”. 

Existe un Senado del que difícilmente pueden saberse sus funciones y logros para el bienestar común como necesario. O se le dota de una importancia política como en algún otro país o, como en otros muchos países, se prescinde de él. POLÍTICOS.

Las Autonomías son 17 más dos ciudades autónomas. De ellas 7 se corresponden con una sola provincia. Al haberse creado para contentar a grandes núcleos de población a través de los partidos políticos que tenían que ir consensuando su “razón de ser”, se ha ido construyendo un puzle o mosaico que por las diferentes competencias cedidas, ha hecho de un País, España, diecisiete normativas, leyes, contribuciones, servicios y demás características necesarias para un país moderno. Todo este aparato necesita una estructura de recursos materiales, de personal y gastos generales que se ha tragado las posibilidades económicas disponibles, siendo parte importante del desajuste del déficit y endeudamiento públicos. Esto sin contar con las diferencias civiles creadas para ciudadanos del mismo País. POLÍTICOS.

Las provincias son 52 en las que salvo alguna excepción por autonomía monoprovincial disponen de Diputaciones. Las Diputaciones tienen como objeto reforzar y coordinar la administración local en manos de los ayuntamientos. Necesitan también de una estructura de personas y material que gravan el gasto público. Creo que sobran y deberían eliminarse en el ejercicio de revisión de las propias Autonomías. POLÍTICOS.

Los Ayuntamientos son más de ocho mil en España. Están pidiendo a gritos una reestructuración que agrupe núcleos urbanos y se queden sobre tres mil, con lo que eso supondría de reducción de gasto público. POLÍTICOS.

Ahora bien, como las Autonomías no tienen todas las atribuciones, el Estado tiene que tener en cada Autonomía un Delegado del Gobierno que, a su vez, ha de disponer de Subdelegados del Gobierno en las demás provincias de la Autonomía. POLÍTICOS.

Pero ¡ojo! que cada Gobierno Autónomo tiene que trabajar sus competencias en las provincias fuera de su capitalidad con Delegados del Gobierno Autónomo. POLÍTICOS.

Estoy seguro que con mayor o menor repercusión en las cuentas públicas, existen otros estamentos o figuras políticas que sobreviven por el territorio nacional.

Para no extenderme demasiado, quiero dejar clara mi convicción de que todos estos POLÍTICOS no generan valor añadido al País y, en buena medida, son prescindibles por los servicios que prestan. No recortemos tantos médicos, maestros y demás y hagamos una verdadera reestructuración administrativa. Es mejor prescindir de diez políticos por cada uno de los que sirven a la sociedad y forman parte del estado de bienestar.

MANIFESTACIONES PROTESTA


Soy contrario a las manifestaciones callejeras y pancarteras con poquísimas excepciones. La gran mayoría de ellas no sirven para nada, no logran ninguno de sus objetivos (cuando los tienen, que no siempre los tienen claros) y un porcentaje demasiado alto de ellas acaba en algarada callejera, trifulca violenta con la autoridad que, en definitiva, solamente consiguen deteriorar la imagen de España en el exterior. Quizás exista alguna estadística que revele las verdaderas intenciones destructivas de los que las promueven, aprovechándose de lo fácil que es manipular las masas, sobre todo cuando se enarbolan eslóganes demagógicos.

¡No a la guerra! Caramba, quién quiere la guerra, es un deseo común que no nos gusten las guerras. “Dos no pelean si uno no quiere” ¡mentira! Basta que uno se empeñe para que dos o más se peleen.

¡Que bajen los impuestos! Todos queremos pagar menos impuestos.

¡Servicios públicos y gratuitos! Sí sí, pero queremos pagar menos impuestos. Quién y cómo se paga lo público?

¡Más trabajo! Deseo primario (para algunos solo eso: deseo) para conseguir ingresos.

¡Mejoras salariales! Así, por las buenas. Sin medir las mejoras en la productividad y en la rentabilidad. Todos queremos ganar más.

¡Ganar más y trabajar menos! No quedamos en que queríamos más trabajo?

Y así otros muchos, la mayoría de los mensajes que se utilizan para movilizar a la gente con fines ocultos y perversos. En fin, tengo más confianza y defiendo la reclamación más razonada, organizada y conducida a través de los cauces legales.

En agosto de 2012, escribía en este blog un apartado que denominaba “Partidos Políticos”, en el que me preguntaba por qué no se constituían en un partido todos los cabecillas y portavoces de gran número de las manifestaciones que nos incordian a diario para presentarse en las elecciones. Ahora parece que desde algunas tribunas se está animando al movimiento 15M para que se presenten en las próximas elecciones. Me parece muy bien. Por una parte, conoceríamos los líderes intelectuales de tal movimiento (recientemente una portavoz socialista les acusó de pertenecer a la derecha política) y su capacidad de organizar tanto estructural como funcionalmente las personas y las ideas. Creo que será difícil que veamos una organización de responsables para puestos de responsabilidad de verdad, no follonera. Diputados, senadores, alcaldes y demás representantes del pueblo. A mí, al menos, no me representan con una pancarta, un grito y una piedra pegándose con la policía.

Otra cosa son las protestas de verdadera y natural indignación por actuaciones del Gobierno con las que no podemos estar de acuerdo. Son estas unas manifestaciones muy respetables, y sobre ellas escribiré muy en breve con las consideraciones que, en mi opinión, debemos hacernos.