Se ha hablado mucho, muchísimo, de los recortes, ajustes y reajustes así
como de las reacciones sociales originadas. Como todo en la vida tiene sus
matices, hay que decir que ni la comunicación oficial ha sido un derroche de
perfección ni las manifestaciones han lucido siempre y todas ellas razones
coherentes.
Respecto a la deficiente comunicación oficial por parte del Gobierno
quiero resaltar el poco eco dado a la articulación del plan de financiación
para el pago a proveedores que se ha puesto en marcha. Considerando la manera
fácil de refinanciar estos pagos, con las obligaciones de declaración de deudas
que suponen claridad en las cuentas públicas -¿quién sacará en adelante deudas
antiguas no reconocidas ahora?- hay
que calificar la medida de muy acertada.
Hace ya algunos meses, al poco de
su toma de posesión, quedó disponible el “Plan de Pago a Proveedores”. Este
mecanismo consiste en avalar, el Estado, ante la banca créditos a ayuntamientos
y comunidades autónomas y servirá para financiar a un cierto coste (más bajo
del normal) el pago atrasado de
ayuntamientos y autonomías que asciende a varias decenas de miles de millones
de euros. Parece que el número de acreedores que pueden beneficiarse asciende a
casi 200.000 en su mayoría autónomos de pequeñas y medianas empresas. Inicialmente
este crédito sindicado es a 10 años con 2 de carencia y por un montante total
de 35 mil millones. Los proveedores que quieran podrán acogerse voluntariamente
a este Plan y beneficiarse de la línea de crédito para conseguir liquidez
ofrecida en el Plan.
El coste producido será soportado por las propias entidades territoriales
mediante un interés por debajo de 6% y, ocasionalmente, por los mismos
proveedores mediante una “quita” aunque esta no sea obligatoria. Sí hay que
reconocer que es triste que el beneficiario finalmente sea la banca (como
siempre) y el paganini los ciudadanos a través de sus instituciones e incluso
las pequeñas empresas aunque algunas de estas puedan alegrarse por cobrar
facturas que consideraban perdidas.
Hasta el
momento parece que son ya más de 6.000.000 de facturas las liquidadas por este
medio. Cantidad increíble que merece un comentario aparte sobre la
administración pública ¿cómo puede gestionarse el dinero público provocando
semejantes retrasos de los documentos a pagar y algunos de ellos incluso sin
contabilizar correctamente?
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