lunes, 4 de junio de 2012

GUIÑOLES DEL CANAL + FRANCIA Y LA MADRE QUE LOS PARIÓ


Un día estos gabachos se van a ahogar en su propia baba de la envidia y rencor que mantienen con todo lo español.
Ahora vuelven a meterse, obsesionados hasta lo enfermizo, con nuestros deportistas y el dopaje (palabra posiblemente de origen gabacho) cuando lo que tendrían que ocuparse es con el rendimiento de los suyos. Debacle en los pasados mundiales (hasta con escándalo nacional sobre su profesionalidad), precisamente con el éxito de España al alcanzar el título de campeón del mundo. También España es campeón de futbol europeo. Les hemos dado hasta en el carnet de identité, al futbol, al baloncesto, al balonmano, les hemos ganado en su vuelta ciclista en su propia casa en diferentes ocasiones (Indurain hasta cinco veces seguidas) y otras disciplinas. Del Roland Garros ni hablemos, creo que hoy tenemos a tres españoles para los cuartos, cuanto darían por tener a un Rafa Nadal. Siempre salen vapuleados.
En el fondo no nos perdonan o no pueden olvidar que los hayamos echado de España poco menos que a patadas, tuvieron que salir corriendo sin plumas y cacareando como vulgares gallinas. ¿Se trataría del “coq gaulois” dopado? Cuando después del episodio en que haciendo uso de su falsedad (y también de la torpeza de los nuestros) se apoderaron de Fernando VII y de sus padres en Bayona para imponer al hermano mayor de Napoleón, el conocido como Pepe Botella por su afición a la ídem, dieron lugar al levantamiento de mayo 1808.
Hay que recordar aquí la copla de la época que dice:

“Con las bombas que tiran los fanfarrones se hacen las gaditanas tirabuzones”
Estos gabachos siempre tan estirados, con ese “glamour” mariposón y posturitas tomando el pañuelo con las yemas de sus dedos, con las mismas que nosotros nos comemos un langostino.

Y lo de la “torre infiel” esa. Hay que ver como con su exagerado chauvinismo y a base de repetirlo una y otra vez han conseguido que hasta se considere bonita. Supongamos que en una de nuestras ciudades alguien pretendiera levantar un andamio semejante. Se organizarían manifestaciones y algaradas inimaginables en justa protesta. Por nuestros campos pueden verse torres de alta tensión del estilo aunque algo más pequeñas y sin ascensores ni restaurantes por dentro. ¿Cómo un gran andamio de hierros puede erigirse en un símbolo? Quién ha visto La Alhambra de Granada, El Monasterio de El Escorial, el porte de la Catedral de Mallorca, La Basílica de El Pilar, La Catedral de Santiago de Compostela y tantos y tantos otros monumentos extendidos por toda nuestra geografía. Paris sí es una ciudad preciosa pero, aún teniendo bellísimos monumentos, estos gabachos de La France se han decantado por el andamio.
Bueno, por lo menos Paris sí vale la pena, además como dice la canción “Hombre lobo en Paris” . . .
“El hombre lobo está en París.
Su nombre Denisse.
La luna llena sobre París
ha transformado en hombre a Denisse” 

Con razón los ingleses  lo que más odian, para venir a España por carretera, es tener que pasar por La France.
Parece claro que tienen mucho por lo que preocuparse en lugar de esos guiñoles mariposones.

5 comentarios:

  1. Ja ja ja,añado 2 cositas mas, ¿estara dopado nuestro PAN CASERO? porque gana de largo a su "baguette" que hasta el nombre tiene wasa
    ¿estara dopada nuestra TORTILLA ESPAÑOLA? porque gana a la tortilla francesa por mas huevos y patatas. En fin contra la envidia que nos tienen solo queda la carcajada.

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  2. ¡Buenos comentarios! Pero no olvidemos que todo es en clave de humor...

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  3. Yo estoy de acuerdo con "una admiradora" porque nuestra tortilla de patatas denominada TORTILLA ESPAÑOLA, es la mejor, no porque yo lo diga, sino porque está hecha con UNOS FRESCOS HUEVOS ESPAÑOLES Y UN TOQUE ESPECIAL DE ACEITE DE OLIVA VIRGEN DE NUESTROS OLIVOS ANDALUCES y no unos toques de margarina para hacer este manjar.
    hasta pronto.........................

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  4. Yo siempre mantendré, por ahora, que lo primero que hay que elaborar es una profunda reforma sobre los dirigentes de este bendito país, sobre su formacion, honestidad, honorabilidad, credibilidad...
    Después se podrá empezar a pensar en lo demás.

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    1. Mú bien dicho, aunque sin clave de humor.
      Pero la enfermadad de la envidia, que sufre este pais vecino, no la curan ni los mejores dirigentes. Y encima nuestro Sr. Nadal va y gana otra vez. Olé y olé

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