He rebuscado normas y reglamentos
sobre la seguridad vial y es difícil encontrar un resumen o compendio
del conjunto de consideraciones a tener en cuenta respecto a la circulación de
las bicicletas tanto en núcleos urbanos como en carreteras. Como “ley”
principal se encuentra el Reglamento General de Circulación actualizado por la
DGT aunque luego cada Ayuntamiento elabora las Ordenanzas que estima oportunas
para saltarse ciertas prohibiciones de aquel reglamento, amoldándolas a las
particularidades de cada ciudad.
Dado
que me he perdido entre tanta literatura y dando por supuesto que las leyes,
reglamentos, normativas y ordenanzas son de real cumplimiento por el gremio,
voy a extractar los diferentes puntos que como peatón y automovilista vengo
observando. He de decir que entre los ciclistas hay que efectuar una importante
distinción en dos grupos: aquellos que utilizan la bicicleta como medio de
transporte (en general más responsables) y los que aspiran a competir en las
grandes citas europeas.
Reglamento
en uso
·
Las bicis tienen siempre prioridad sobre los vehículos a motor y sobre
los mismos peatones.
·
Pueden circular por las aceras, arcenes, calles o carreteras. Por donde
mejor estimen oportuno.
·
Su forma de conducir es siempre la más responsable. Los irresponsables
son los demás.
·
Los carril-bici se pueden utilizar si están correctamente señalizados y en
óptimo estado, si tuvieran arena, piedrecillas o cualquier otro obstáculo
pueden circular por la carretera.
·
Los demás vehículos deben adelantar dejando 1,5 m. de seguridad mínima
pero las bicis pueden hacerlo rozando con manillares y espejos retrovisores cuanto
sea necesario.
·
A las bicis se les supone siempre un estado mecánico perfecto y no
necesitan ITV ni ningún otro tipo de control técnico.
·
Al ocupar espacios tan pequeños están exentas de pagar el impuesto de
circulación.
·
Para conducir una bici por una vía pública no se necesita ninguna
preparación especial fuera de conseguir el equilibrio suficiente.
·
Para evitar denuncias tontas, como ocurre con los vehículos a motor, no
deben llevar matrícula alguna que pueda identificarlas.
·
Para las bicis, los semáforos rojos no son más que lucecitas para animar
las vías públicas y los pasos de cebra reminiscencias de nuestros orígenes
esteparios.
·
Pueden circular en fila o en animado grupo, comentando las circunstancias
y proyectos del fin de semana.
·
A los automovilistas que se comporten de manera ácida o crítica, puede
insultárseles o hasta tirarles la botella de agua (yo lo he visto en diferentes
ocasiones).
Bueno,
simplemente espero que los amigos ciclistas esmeren su responsabilidad y no
cumplan en nada los artículos de este “reglamento en uso”.
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